Telesur.- El exministro de Finanzas de Brasil, Antonio Palocci, fue detenido este lunes a tempranas horas de la mañana en la ciudad de Sao Paulo, por la Policía Federal en una nueva operación anticorrupción del caso Lava Jato, asociada a la estatal Petrobras.
Hasta el momento no se conocen los cargos formulados contra Palocci, cuyo arresto sigue al ordenado la semana pasada contra el exministro de Hacienda Guido Mantega, que fue puesto en libertad finalmente por el delicado estado de salud de su esposa.
En este contexto, existen 45 órdenes de captura en los estados de Sao Paulo, Río de Janeiro, Bahía, Mato Grosso, Mato Grosso do Sul, Espirito Santo y en el Distrito Federal, según la policía. Asimismo, hay 27 búsquedas y capturas temporales entre las que se encuentra la del exministro Palocci.
Además del exministro de Finanzas, la policía también detuvo a sus dos ayudantes superiores, Juscelino Dourado y Branislav Kontic, en el Despacho de Hacienda de la Casa Civil.
Persecución a líderes sociales
El expresidente de Brasil Luis Inácio Lula Da Silva ha denunciado que enfrenta una campaña de desprestigio y persecución al igual que sus dirigentes por parte de sectores opositores que buscan empañar los logros sociales de su Gobierno y el de Dilma Rousseff.
Los abogados del exmandatario brasileño consideran que tanto Lula como su familia sufren represalias tras la denuncia que presentó a través de un informe ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), a finales del mes julio por los abusos cometidos durante la investigación por el caso de Petrobras.
En el comunicado, Lula niega las acusaciones pero no se opone a ser investigado “de una manera justa y abierta”.
En este sentido, Lula denunció que “esta nueva detención es un claro ejemplo de una represalia más por parte del actual Gobierno”, además de llamar a declarar a su esposa e hijo “sin ninguna justificación razonable”. De igual forma, condena la campaña de propaganda opresiva que llevan a cabo los medios de comunicación.
Por último, la defensa del líder social brasileño señala que se trata de una "reacción autoritaria de los operadores de la operación Lava Jato", que confirma que Lula “es víctima de una verdadera caza judicial, que se vale de la complicidad de los medios de comunicación para esconder los abusos y promover un juicio por parte de los medios".