Prensa Cultura.- La fe, creencias y la práctica de las tradiciones culturales que distinguen a cada región son una forma viva de mantener y trasmitir la historia de los pueblos.
En Cojedes cuentan que San Pascual Bailón, fue llevado al caserío Cantarrana de Lagunita en el municipio Ricaurte, por desconocidos vendedores de imágenes religiosas. Se le llama Bailón por el lugar donde fue encontrado (Bailón, municipio Morón del estado Carabobo) San Pascual es visto como un Santo milagroso, al que se le pide por la salud, la recuperación de objetos perdidos, la siembra y el cultivo de la tierra.
Fue Obdulio Ramón Landaeta, bailador y promesero de la localidad, quien bajo la sombra de los árboles de mango en el patio de su casa, a sus 90 años haciendo uso memorable de su humanidad, hurgó entre buenos recuerdos para mostrar una figura de San Pascual, que mide unos 15 centímetros, siendo esta la primera imagen existente y que además reposa en su vivienda.
Cada 17 de mayo en honor al santo los bailes y recitales empiezan con la actuación temprana de los niños, pasadas las horas del mediodía y hasta llegar la noche los adultos creyentes danzan por la calle principal de Lagunitas, mientras en manos sostienen al Bailón, cada promesa debe cumplirse acompañada de un baile dedicado a la figura. Durante el recorrido se realizan paradas frente a las puertas de las casas, donde se acostumbra a colocar pequeños altares en honor y al santo, la ruta se mantiene hasta llegar a la pequeña capilla que está a escasos metros de la vivienda del celador, Obdulio Landaeta.
Entre risas y ocurrencias propias del llanero, Obdulio contó la experiencia vivida por un hombre que en su momento ofreció una promesa a San Pascual, para que así cumpliera con aliviar una dolencia a su esposa, el hombre al no honrar tan delicado compromiso, provocó el empeoramiento de la mujer, “el santo le aumentó el dolor, para que sepa que con San Pascual Bailón no se juega” dijo Landaeta.