VTV.- A siete años de funcionamiento arribó este viernes el MetroCable de San Agustín, el primer sistema innovador de transporte en Venezuela para dar servicio y dignificar la vida de los habitantes que fueron excluidos en el siglo pasado, una solución estructural al grave problema de transporte de las zonas populares.
El Metrocable de San Agustín fue inaugurado el 20 de enero del 2010 por el Comandante Supremo Hugo Chávez Frías, inundando de alegría los corazones de quienes viven en este importante e histórico sector.
Cuenta con un recorrido de 1,8 kilómetros a través del cual se movilizan diariamente unos 15 mil pasajeros desde la estación San Agustín hasta Parque Central. El servicio es prestado por 25 cabinas con capacidad de ocho personas cada una, la línea de transporte cuenta con cinco estaciones: San Agustín, El Manguito, La Ceiba, Hornos de Cal y Parque Central donde se conecta con el subterráneo capitalino.
Cuenta con un recorrido de 1,8 kilómetros a través del cual se movilizan diariamente unos 15 mil pasajeros desde la estación San Agustín hasta Parque Central. El servicio es prestado por 25 cabinas con capacidad de ocho personas cada una, la línea de transporte cuenta con cinco estaciones: San Agustín, El Manguito, La Ceiba, Hornos de Cal y Parque Central donde se conecta con el subterráneo capitalino.
El sistema también se ha convertido en fuente de empleo para los habitantes de la comunidad, dado que las operaciones de este sistema están en manos de las comunidades organizadas, a través de la Compañía Metro de Caracas.
Palabra de Chávez:
“El Metro de Caracas va a seguir creciendo y este sistema de Metrocable va a seguir creciendo, apenas es el primer paso, la primera línea porque además es un proyecto piloto, proyecto piloto que no fue fácil, nada fácil”, dijo el entonces Presidente Hugo Chávez aquel 20 de enero cuando interactuó con el pueblo venezolano para inaugurar esta obra que -entonces- representó el segundo sistema de este tipo en Suramérica.
El propio Comandante Chávez explicó que la idea surgió tras sus angustias por tratar de ayudar al pueblo pobre en Venezuela, abandonado por siglos a vivir en cerros inhóspitos sin servicios de ningún tipo, y pasando un infierno cuando se trasladaba de sus residencias a la ciudad y viceversa.
Advirtió que el capitalismo que gobernó por décadas a Venezuela invirtió en obras para facilitar la comunicación terrestre, pero dejó en el limbo a quienes vivían en los cerros porque eso no era “rentable” financieramente.
“Lo merecen ustedes, estamos pagando una deuda, una deuda. No ve que aquí hicieron autopistas y túneles y no sé qué más para los carros ¿ve? Para la burguesía, para la pequeña burguesía. Ahí están las autopistas, llenas de carros ¿y los pobres?, ¿quién se acordó? nadie, se convirtió en verdad en un calvario subir al cerro y es todos los días, porque Cristo fue una sola vez al calvario, aquí Cristo es todos los días y son miles de cristos y cristas, con el niño, con la barriga, enfermo, la pobreza que carga uno a cuestas”, se lamentó aquel 20 de enero de hace siete años.
Estando en China, desde un helicóptero, vio algunos teleféricos y los asoció con los barrios venezolanos. “Por allá se nos ocurrió una idea, buscamos asesoramiento y aquí está, hoy por fin, bendito sea este día ¿qué fecha es hoy ya? 20 de enero. Bendito seas 20 de enero inauguramos el primer MetroCable, de muchos que habrá en esta Caracas, en estos barrios, en estas montañas”, expresó.
Una idea que se multiplica
Hasta el 2016, el MetroCable de San Agustín ha movilizado más de 13 millones de usuarios.
La idea de este sistema de transporte para los pobladores de los cerros también llegó hasta el este de Caracas, donde se construyó el MetroCable de Mariche, así como El Cabletren Bolivariano en Petare, ambas obras movilizan a otros millones de venezolanos cada día para conectarlos a la Línea 1 del Metro. /EM
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