
Como esta derecha no tiene en lo absoluto
escrúpulos, vergüenza o responsabilidad para con los ciudadanos o sus
mismos seguidores, ha ejecutado sus actos violentos (vandalismo,
asesinatos selectivos y terrorismo), de manera planificada y bien
organizada. Primero, con sus propios militantes, que son su fuerza de
choque, sus hordas fascistas. Pero ante las limitaciones del sifrinaje
(mucosas poco resistentes a los gases lacrimógenos), han optado por el
método de asalariar a delincuentes y grupos hamponiles. Es decir,
fuerzas de mercenarios, de paramilitares bien alejados de los fines
políticos y del imperio de las leyes. Para ello, la dirección política
de la extrema derecha cuenta con ingentes recursos financieros y
logísticos para ejecutar sus actos de destrucción sin ningún tipo de
limitación y reparo.
Pero el que juega con candela se arriesga
de salir quemado y estas bandas han cobrado vida propia, descargando su
odio indiscriminadamente contra la población. Los enanos del circo
crecieron y ahora es el malandraje el que a discreción se ha tomado para
si la generación de violencia, los saqueos y los asesinatos. Es la
delincuencia el nuevo aliado natural de la derecha fascista. Sin
ideología alguna, el hampa es el nuevo activo que han incorporado a sus
filas los partidos de extrema derecha (tendrán que darles sus carnets de
Primero Justicia y Voluntad Popular), los mismos partidos que vociferan
que representan a 100 trillones de venezolanos, pero que han estado
pariendo y palideciendo para validar mínimamente sus nóminas de
militantes ante el Consejo Nacional Electoral.
Llenar sus filas de hampones le traerá
problemas a la derecha. Recordemos bien que el hampa, como señala el
DRAE que son el “Conjunto de los maleantes, especialmente de los
organizados en bandas y con normas de conducta particulares; Conjunto de
maleantes que, unidos en una especie de sociedad, cometían robos y
otros delitos, y usaban un lenguaje particular, llamado jerigonza o
germanía”. Esta gente en algún momento va a develar su estructura de
funcionamiento, sus pagos y demás crímenes cometidos en complicidad con
los irresponsables maleantes que pululan en los partidos políticos de la
derecha.
Cuando al hampa se le da direccionalidad
política, como lo está haciendo la extrema derecha venezolana,
indudablemente que recuerda a los viejos métodos de la Hampo-política,
tal cual los sangrientos Tonton Macoutes de Papa Doc Duvalier en Haití,
creados e inspirados a su vez de los Camisas Negras del fascismo
italiano. El objetivo es el mismo: aterrorizar al pueblo. Esta es una
perfecta caracterización de la lógica del fascismo que ha tomado como
propio (con mucho celo) la extrema derecha venezolana, hacer de la
violencia un modo de vida para fragmentar y destruir la convivencia
ciudadana.
Pero, ¿Quién controla a los violentos, los
guarimberos, asesinos y saqueadores? Pues preguntémosle al inefable
Freddy Guevara, el cual a viva voz da órdenes públicamente a sus hordas
violentas. Cual sargento Tonton Macoute, suelta su voz de mando:
“Chamos, hey, los de la capucha. Pónganse en segunda línea para que
puedan defender a los diputados, pónganse en segunda línea”. Muy
elocuente el señor diputado. El supuesto demócrata, el paladín que
quiere “liberar” a Venezuela y que además se atreve a declarar
públicamente que “Nuestro objetivo es (…) generar ingobernabilidad (…)
tenemos el apoyo de la comunidad internacional”. Reconociendo el uso
recurrente de métodos violentos con el objetivo de interrumpir el hilo
constitucional. Para lograr un golpe de Estado. Confesando además que
actúan a sus anchas bajo el auspicio, guía y protección del imperio
norteamericano, de Almagro y compañía.
La Hampo-política no beneficia a nadie, ni
siquiera a esta putrefacta y miserable derecha. Solo daña al pueblo
humilde que sufre directamente las consecuencias de la violencia. Son
ellos los que van a los liceos públicos o a los CDI atacados. Estos
espacios gozan del especial odio de las hordas violentas de la derecha
fascista. Ellos creen que hacen política. Pero solo amplían su
prontuario criminal de terrorismo y violencia. Gracias a la confesión de
Guevara, sabemos que actúan libremente al contar con la total
complicidad de los poderosos medios de comunicación y de la derecha
continental, para construir falaces matrices de opinión (Fake News) y
darles así total impunidad. En algún momento en Washington DC se
desclasificarán los archivos sobre la injerencia en Venezuela (o lo
develará antes WikiLeaks) y veremos sus nombres y sus emolumentos
figurando en las nóminas de la CIA o el Departamento de Estado.
De tanto aupar la violencia, los
miserables fascistas de la extrema derecha, ahora tienen fuera de todo
control a sus hordas violentas. La Hampo-política imposibilita e
inviabiliza el dialogo político. Los violentos solo se encontrarán de
frente con las fuerzas del Orden Público. Serán tratados como lo que
son, hampones, delincuentes, asesinos y terroristas. El debate de ideas,
la reflexión, la convivencia democrática y el camino electoral es para
los verdaderos demócratas que quieran ejercer sus derechos políticos
dentro del imperio de la ley.
Sobre el malandraje y la Hampo-política de
la derecha fascista se levantará la inmensa mayoría del pueblo. Pueblo
que quiere paz, que no quiere ni guerras, ni conflictos, ni violencia.