Antes de un encuentro con el ministro de Finanzas, Taro Aso, Temer declaró a periodistas en Sao Paulo que el país “sigue y seguirá trabajando, con o sin protestas”, reseñó este lunes TeleSUR.
El rechazo al paquete de medidas neoliberales que pretende aplicar el Gobierno de facto en Brasil, llevó a los sindicatos a realizar una huelga general, algo inédito para la sociedad brasileña en los últimos años.
Ante esto, Temer insistió en que las reformas económicas y laborales que ha propuesto “generan en un primer momento objeciones y contestaciones “, sin embargo, “con el tiempo” será reconocida su “necesidad”.
Una de las reformas más polémicas, que aún debe ser discutida por el Senado, fue aprobada esta semana en la Cámara Baja en primera instancia y propone una amplia modificación de las leyes laborales.