PRENSA CULTURA COJEDES.- Hugo
Chávez tenía un aguzado y fino espíritu de artista, el Comandante cantaba,
declamaba, recitaba versos, escribía cuentos, poemas, ensayos y también
pintaba, siempre plasmando una profunda sensibilidad que le permitió una
conexión especial con el Pueblo que le otorgó la posibilidad de ponerse al
frente de la Revolución Bolivariana.
Hoy, en su cumpleaños numero 63, es grato
recordar esa faceta maravillosa del también llamado Arañero de Sabaneta, tal
como le decían en su querida tierra natal, cuando, siendo muy pequeño, vendía
los dulces en forma de araña que preparaba su “Mamá Rosa”. El Chávez cultor, el
Chávez que amaba la cultura porque entendía que en su espíritu mismo yace la
esencia de los pueblos, es quien se muestra en este trabajo especial.
Siempre que venía a Cojedes, despertaba su vena
de cantor de la musica llanera y en varias oportunidades se subió a la tarima
con arpa, cuatro y maracas. El maestro Emilio Ortíz, patrimonio cultural del
estado Cojedes, siempre lo acompañó desde el arpa.
El maestro atesora cada recuerdo junto al
Comandante, quien nada más llegar pedía de entrada “Linda Barinas”. Cuenta
Ortiz que ese tema era de los que más gustaba Chávez cantar. “Él se inspiraba,
una vez en la tarima se acercaba y le decía a uno con mucha alegría, arpa
maestro”.
El arpista acompañó a Chávez durante la
inauguración de la Planta “Zamora Vive” en La Blanca, en una visita al Inces
Agrícola ubicado en el sector El Limón, durante la inauguración de la sede del
PSUV en la Avenida Caracas de San Carlos, y por supuesto estuvo en aquel
inolvidable cierre de campaña Carabobo en el año 2012, allí tuvo el honor junto
al “Uña de oro de Venezuela”, Amado Lovera (QEPD), de tocar la conocida canción
“Motivos Llaneros”, que cantó junto a Cristóbal Jimenez.
A juicio de Emilio Ortiz, el Comandante Hugo
Chávez fue quien le dio un impulso importante a la musica venezolana, gracias a
su iniciativa de crear leyes que permitieran su mayor difusión a través de los
diferentes medios de comunicación. “Como a él le gustaba cantar y era quien
tenía el mando, promovió que todas las radios pusieran primero la musica
venezolana antes que todas las demás, porque antes no era así, si la ponían
pero no igual”.
LA REVOLUCIÓN ES CULTURAL O NO ES
Chávez era muy enfático en la importancia que
tiene la cultura como motor propulsor de la Revolución Bolivariana, en agosto
de 2011 exclamó durante la juramentación del entonces ministro del Poder
Popular para la Cultura, Pedro Calzadilla, lo siguiente: “La Revolución o es un hecho profundamente
cultural o no es. Es una tarea de todos y todas, de todo el pueblo, del Partido
Socialista Unido de Venezuela, del Gran Polo Patriótico”.
El Comandante nos dejó su legado y su
pensamiento, ese que dice primero lo nuestro, primero lo afirmativo venezolano,
primero todo aquello que como pueblo nos identifica y nos une en un solo amor,
el amor por el Pueblo y el amor por la Patria.
TESTIMONIO
Silvestre Botello:
“Recuerdo al Chávez cultor como el máximo exponente de la musica venezolana,
todo lo que pasaba por su boca se promocionaba en gran manera, tuve el deseo de
que tuviera la ocurrencia de cantar unas tonadas de mi parranda para irnos a la
cúspide. Si en la literatura recomendaba un libro, este se convertía en
referencia nacional e internacional. Chávez tenía el corazón de un gran
cantor”.
CUENTO
Batear pa’l topochal
A veces uno era palo y palo. Cuando
un equipo está perdiendo diez a cero, le entran a palo a todos los pitchers;
el equipo se desmoraliza. Aquellos juegos se convertían en una masacre, pues.
Por eso pusieron el nocaut, ¿no? En la pelota sabanera a
veces uno metía 40 carreras. Adrián Frías, mi primo, al que llaman “el Guache”,
era el más grande de todos nosotros e impuso la norma de que cuando la pelota
se pierde en el topochal, pues uno da carrera y carrera hasta que aparezca.
Adrián era vivo porque, como es zurdo, bateaba para el lado del topochal.
Nosotros éramos una pila de carajitos, como de diez y once años,
y ya él era un muchacho de catorce. Como yo soy zurdo también aproveché la
regla esa. Uno bateaba con una tablita así, ¡pum!, pa’l topochal. Una vez anoté
como 12 carreras; no aparecía la pelota, había caído encima de una mata de
topocho y mi hermano Adán buscando la pelota. Adán también es zurdo, así que
también bateaba para ese lado del topochal.
POEMA
”Somos ese “Oscuro barro y dulce/con ojos como charcos”, como
decía Benedetti, en el que una vez más nos hemos encontrado entre miradas
amorosas”.