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La "junta directiva autoproclamada" de la Mesa de la Unidad
Democrática (MUD) conformada por los partidos Voluntad Popular (VP),
Primero Justicia (PJ) y Acción Democrática (AD), fue la gran derrotada,
así como sus cabezas visibles Leopoldo López, Julio Borges y Henry Ramos
Allup.
Ojalá, como resultado de lo anterior, emerja un nuevo liderazgo
opositor serio que respete la Constitución, la diversidad de criterios,
el diálogo; que no negocie la independencia y la soberanía de la Patria
con sus amos imperiales y que renuncie a métodos violentos y fratricidas
en sus intentos de gobernar.
Para las fuerzas de la Revolución, la histórica y contundente
victoria popular no significó solamente un triunfo electoral del
chavismo y los partidos aliados, significó, fundamentalmente, un nuevo
voto de confianza de nuestro heroico y sabio pueblo a la gestión del
Gobierno Bolivariano.
El rechazo a la violencia, a la posibilidad real de una guerra civil
inducida por el odio fascista, se impuso el pasado 15 de Octubre. A
pesar de las duras consecuencias de la actual situación económica,
nuestro pueblo patriota votó por la garantía de estabilidad política y
social, por la real opción de avanzar en un modelo económico que supere
el rentismo petrolero y apueste a una economía productiva y
diversificada. Votó por la continuidad de los programas sociales de la
Revolución Bolivariana; votó por el programa de alimentación con los
CLAP, por las misiones para los sectores más desprotegidos, por el
aumento decretado para los jubilados y pensionados, por el aumento
salarial y la protección del empleo.
El electorado castigó duramente a todos los que promovieron el
intervencionismo. No olvidemos que unos días antes de las elecciones, la
embajada de Estados Unidos en Venezuela llamó a participar masivamente
"para defender la democracia". El pueblo entendió bien el mensaje y
propinó una fuerte estocada a la ultraderecha proimperialista y
antipatria.
Los revolucionarios no debemos dejarnos embriagar por las mieles del
triunfo y responsablemente también tenemos que hacer una lectura
profunda a esta nueva victoria. Es imposible en un solo artículo abordar
este análisis a fondo. Adelanto algunas ideas. El momento histórico de
superar la etapa electoral del Partido Socialista Unido de Venezuela
(PSUV) ha llegado. El Comandante Eterno Hugo Chávez, siempre señaló la
imperiosa necesidad de convertir la poderosa maquinaria electoral
chavista en un partido de vanguardia que pueda conducir a la Revolución
Bolivariana a una victoria definitiva sobre los enemigos de la Patria,
la guerra económica, la ineficiencia y la corrupción.
Debemos ver con humildad esta renovación de la confianza de nuestro
pueblo. Es imperioso seguir fortaleciendo la capacidad de dirección del
PSUV y del Gran Polo Patriótico, para lograr la definitiva organización
del pueblo a fin de derrotar la inflación y los demás flagelos que nos
amenazan como sociedad.
El elemento teórico es esencial, hoy más que nunca la formación
política de los cuadros, de las comunidades organizadas, de los
colectivos, es prioritaria, teniendo como fundamento la herencia
ideológica del Comandante Chávez. Nutriéndonos en el legado de nuestro
líder histórico, debemos seguir revisando y adaptando nuestro discurso,
nuestros conceptos, ideas y estrategias a los retos que hoy enfrentamos,
a la nueva realidad post-electoral en la que nos encontramos. Solo de
esta manera podemos garantizar la continuidad de nuestro proceso
revolucionario de liberación nacional, ante los ataques brutales del
imperialismo estadounidense y sus aliados europeos, que seguramente van a
arreciar tras el éxito electoral del chavismo.
Otra necesidad imperiosa, hoy más que nunca, es el fortalecimiento de
la unidad y la disciplina revolucionaria y algo muy importante,
combatir cualquier desviación de principios, el oportunismo, el
sectarismo, el clientelismo, el derroche de todo tipo, antivalores
inoculados desde hace tanto tiempo por el capitalismo.
Hay que avanzar en una dinámica revolucionaria constructiva,
creativa, de liberación. Y también, como tarea permanente, seguir
profundizando en el alma colectiva y en la práctica cotidiana, con un
propósito superior: la encarnación definitiva del poder popular, el
despliegue de toda su fuerza liberadora, para darle sentido pleno y
destino irreversible a la Revolución Bolivariana.
Como lo ha anunciado el presidente obrero Nicolás Maduro, el tercer
paso del camino constituyente es un nuevo triunfo en las elecciones
municipales cuya fecha debe definirse próximamente. Y estamos seguros de
obtenerlo. Estas victorias deben permitirnos avanzar en el proyecto
revolucionario que la mayoría de este pueblo ha escogido, el de la
Revolución Bolivariana, Chavista, Socialista y Antiimperialista.
Compatriotas, una vez más nuestro pueblo ha demostrado su estirpe
patriótica y heroica. Venezuela se ha convertido en la mayor pesadilla
de la ultraderecha mundial, a la vez que se erige como la principal
alternativa de democracia participativa, protagónica, socialista y
humanista frente al capitalismo salvaje. Somos ejemplo para los pueblos
del mundo que aman la paz, la independencia y la justicia social. Somos
un nosotros colectivo, librando, en esta nueva época, la misma gesta
emancipadora que iniciaron nuestros padres libertadores. Por nuestro
pueblo, por Bolívar y Chávez, con Maduro,¡Venceremos!.
Caracas, 22 de octubre 2017.