Richard Canan.- Nuestra maquinaria está activa. Listos
todos los detalles para garantizar otro triunfo electoral. A lo largo y
ancho del país miles de personas están prestas para la batalla en sus
múltiples tareas de movilizadores, organizadores o en la defensa del
voto en cada mesa electoral. Cada elección es una fiesta. Forma parte de
nuestra idiosincrasia, de nuestra cultura, de nuestro ADN como
demócratas.
En nuestro despliegue de campaña
llegamos Casa por Casa. Vamos hasta las catacumbas con la gente.
Escuchando del pueblo frases y expresiones amorosas, siempre con el
brillo de unos ojos combativos y altamente orgullosos. También recibimos
sus críticas y angustias. Todas válidas, ya que estamos enfrentando las
terribles consecuencias de la Guerra Económica, auspiciadas por la
apátrida derecha venezolana. El contrabando, la usura, la especulación y
el parasitismo en la dependencia cultural con el dólar, han deformado y
distorsionado los precios (y todo el sistema económico) de tal manera,
que están totalmente enajenados con respecto a sus costos reales de
producción o de importación.
Pero ante estas dificultades jamás nos
detendremos. Por el contrario, avanzamos en permanente contraofensiva, y
ante cada problema inventamos una solución audaz y de avanzada. Por eso
el Carnet de la Patria y todos los programas creados para identificar,
abordar y proteger al pueblo más vulnerable, a los más necesitados en
sus requerimientos más urgentes. En medio de las dificultades
económicas, estamos en la calle con más pensiones para nuestros adultos
mayores, más Tarjetas de Hogares de la Patria para las familias
vulnerables, más Chamba Juvenil, más protección a la mujer embarazada,
más alimentos con los CLAP, más vacunación, más operaciones y mayor
atención al sistema de salud. Todo esto gracias a un pueblo que trabaja
sin descanso, que nunca se detiene ni amilana. Así es nuestra gente,
trabajadora, estudiosa y orgullosa. No hay guarimba ni bloqueo que los
detenga.
Sólo en una Revolución el gobierno es lo
suficientemente fuerte, independiente y soberano para, en medio de un
brutal bloqueo, proteger amorosamente al pueblo humilde. Los
neoliberales de la derecha están en otro nivel, tienen otra agenda, su
opción es por la defensa de los banqueros, de las corporaciones y de sus
intereses mercantiles. Solo en esto piensa la derecha, en sus bolsillos
y sus negocios. Para la Revolución es un deber proteger al pueblo y
reivindicarlo.
Por eso luego de los triunfos
contundentes en las elecciones para la Asamblea Nacional Constituyente y
las elecciones regionales de gobernadores, ahora vamos por más, vamos
por las 335 alcaldías del país, para que hasta en el último rincón de la
patria, el gobierno nacional, regional y local puedan trabajar armónica
y coordinadamente para seguir protegiendo integralmente a nuestros
ciudadanos.
La actitud malcriada e irresponsable de
la golpista dirigencia opositora encarnada en Acción Democrática,
Primero Justicia y Voluntad Popular, los hizo desechar, por órdenes
superiores, la idea de participar en las presentes elecciones
municipales, lo que ha generado la frustración, desconcierto y desanimo
en sus confundidos seguidores. Que un partido que se asuma demócrata, se
niegue a participar en elecciones, en las mismas condiciones que en las
elecciones regionales, es altamente sospechoso, huele a golpismo y a
intervención extranjera. Solo se entiende por los altísimos niveles de
subordinación y dependencia de estos rastreros personajes con factores y
agentes externos, ajenos a los intereses de la patria. La historia
pondrá en su lugar a los apátridas.
Este 10 de diciembre ¡Vamos a la
victoria! Para defender a nuestro pueblo, defender el legado del
Comandante Chávez y nuestra Revolución Bolivariana.