Luis Britto García.- Las
criptomonedas, hasta el día de hoy, han sido lanzadas por especuladores
privados, interesados solo en la ganancia. El petro, al ser lanzado por
un gobierno, debe tener en cuenta el interés nacional.
Las criptomonedas no tienen más respaldo que la
confianza en el especulador. El petro, por estar respaldado por reservas
en petróleo, diamantes, oro y en general por el patrimonio de la
República, darían al tenedor derecho a la participación en ese respaldo.
Quien invierte en las criptomonedas no obtiene más
que el valor simbólico que estas representan. Quien invierte en el
petro, al exigir su respaldo en las riquezas de Venezuela puede tener
participación en el petróleo, el hierro, el aluminio, el oro, los
diamantes, la biodiversidad, hasta ahora patrimonio colectivo e indiviso
del pueblo venezolano.
Las criptomonedas, al no tener entidad material,
funcionan gracias a complejos sistemas de comunicación instantánea de
débitos y créditos llamados blockchains. El petro no podría existir sin
la instalación de uno de estos sistemas, funcionalmente competitivo con
los de los países desarrollados; definitivamente, no con el ABA de
Cantv, con el cual tardo varios días en enviar un mensaje con un simple
archivo.
Denuncia el Gobierno venezolano que acumuladores
de papel moneda acaparan la edición limitada de esta hasta dejar sin
circulante a la población. Igualmente acaparadores del petro podrían
adquirir la totalidad o la mayor parte de la emisión limitada de éste y
controlar o impedir la circulación monetaria en el país.
Denuncia el Gobierno que páginas web como
DolarToday devalúan la moneda física emitiendo falsas cotizaciones de
ésta que los comerciantes adoptan. De igual manera, páginas web como
Petro Today podrían devaluar la criptomoneda emitiendo falsas
cotizaciones que los comerciantes adoptarán mientras se los deje
hacerlo.
La moneda física solo vale por la credibilidad
real de su promesa de ser intercambiada por metales preciosos u otros
bienes económicos. La criptomoneda solo vale por la credibilidad real de
su promesa de ser intercambiada por otras monedas físicas o por bienes
económicos.
Se pueden adoptar todas las medidas para evitar la
fuga de capitales, de moneda o de divisas; pero para evitar la fuga de
petros, ninguna.
Es posible adoptar medidas para disminuir el lavado de capitales; el petro es un quanto de información que no necesita lavado.
Según la Ley de Gresham, la mala moneda de
aceptación obligatoria sustituye a la buena. Si el petro es de
aceptación obligatoria y resulta malo, suplantará al bolívar; si resulta
bueno, será sustituido por éste.
De acuerdo con el artículo 318 de la Constitución,
“La unidad monetaria de la República Bolivariana de Venezuela es el
bolívar”. El nuevo petro requerirá una Constitución nueva.