La
obra escenificada fue producida y dirigida por Guaicaipuro Quintero,
director de la agrupación cultural, e hizo reír a los niños, niñas
y adolescentes que dijeron presente, también a los adultos.
El
mensaje, transmitido a través de los personajes de El Abuelo,
Juanito y el Diablo, estuvo centrado en la importancia que tiene
sembrar y producir los alimentos que el suelo cojedeño y venezolano
es capaz de dar si lo cultivamos con amor y sentido de pertenencia.
Cuando
la obra finalizó, Guaicaipuro Quintero se dirigió a todos los
presentes en la sala y habló sobre Pedro Quintero y de que la mejor
manera de recordar a quien era alegría, era con más alegría, y más
aun ofreciendo creaciones que él promovió en vida, como el teatro
de títeres.
Pedro
Quintero dedicó muchos años al arte, alternándolo con su labor de
docente de matemáticas. En 1987 fundó el grupo Papagayo, centrado
en el teatro de títeres y conformado por su persona, su esposa Irma
Campos y sus hijos Thalía y Guaicaipuro.
Se
puede afirmar que el Maestro Pedro Quintero, dedicó aproximadamente
42 años de su vida a las artes escénicas, de los cuales 21 de ellos
los consagró a difundir su lema “Por, para y con los niños” a
través de sus muñecos y con el firme deseo y disposición de elevar
cada día más y más su Papagayo.