AVN.- La autodenominada Mesa de la Unidad Democrática (MUD) parece resquebrajarse. Acción Democrática (AD), uno de sus partidos bandera, anunció su separación definitiva de la coalición, argumentando "problemas operativos" y "dificultades" en el cumplimiento del acuerdo denominado Compromiso unitario para la gobernabilidad, suscrito en 2017.
La decisión, anunciada por Henry Ramos Allup, secretario general de AD, no sorprende. Discrepancias internas vislumbraban la disolución del vínculo que mantenían con la plataforma.
Fundada en 2008, la coalición unitaria inició su camino con 17 organizaciones políticas, diez de las cuales firmaron el Acuerdo de Unidad Nacional, documento que fijó las bases de la MUD. Diez años después, siete de las agrupaciones partidistas ya no pertenecen a la alianza: AD, Copei, Bandera Roja, Proyecto Venezuela, Alianza Bravo Pueblo (ABP), Movimiento Al Socialismo (MAS) y Vanguardia Popular.
En la mayoría de los casos, la razón de la separación es la disparidad de criterios, situación que impide concertar posiciones que respondan a las demandas de la militancia opositora. En esta línea, seguir o no seguir el camino electoral es, básicamente, la manzana de la discordia en el seno de la MUD.
Puertas adentro, mientras unos abogan por la participación y la postulación de opciones alternativas, otros, sin embargo, insisten en respaldar iniciativas que atentan contra el ejercicio democrático, siendo un caso puntual la promoción de la abstención.
La desvinculación de partidos data del año 2012, fecha en la cual organizaciones minoritarias dieron un paso al costado. Un año más tarde, en 2013, el Movimiento Ecológico de Venezuela, Vanguardia Popular y el Movimiento Al Socialismo (MAS) se sumaron a la lista de retirados.
Particularmente, el MAS decidió desligarse de la MUD por considerar que "no se practica el diálogo como forma de reconciliación y de conformación política".
Dos años después, en 2015, Copei se desvinculó del grupo, aunque no por opción propia. En agosto, la MUD anunció la expulsión de la organización para evitar la "intrusión del oficialismo" en sus decisiones.
Ese año, el partido socialcristiano fue objeto de un fallo judicial que determinó el nombramiento de una directiva Ad Hoc. La plataforma opositora se negó a aceptar postulaciones de la junta principal, así como las candidaturas designadas por Roberto Enríquez, antiguo presidente de Copei.
En 2016, si bien no se registraron separaciones de organizaciones políticas, la MUD no pasó por un buen momento. Una Hoja de Ruta para "lograr un cambio de Gobierno", exigencia de un referéndum, enfrentamientos internos y la solicitud de un nuevo secretario general fueron parte de las "acciones" de la agenda de la derecha. No obstante, ninguno de sus planes resultó.
Un año más tarde, en 2017, Vente Venezuela y ABP, liderados por María Corina Machado y el prófugo de la justicia, Antonio Ledezma, respectivamente, dejaban la coalición de derecha.
Vente Venezuela demostró su radicalismo al sostener que su separación se debía a la decisión de la MUD de participar en las elecciones regionales de octubre. La postura, según María Corina Machado, coordinadora nacional, significó la "rendición", dado que, a su juicio, la única opción era acelerar la salida del presidente constitucional, Nicolás Maduro.
ABP, por su parte, tampoco se mostró de acuerdo en participar en las elecciones regionales, instando al resto de los partidos a abstenerse de hacerlo.
Recientemente, en febrero pasado, Avanzada Progresista (AP) dio un paso al costado, luego de manifestar su decisión de postular a Henri Falcón, líder de la organización, a las elecciones presidenciales del 20 de mayo, contienda en la que Nicolás Maduro resultó electo para el período 2019-2025.
De este modo, la "gran coalición", surgida como un fin electoral, actualmente sobrevive con cinco partidos: Voluntad Popular (VP), Primero Justicia (PJ), Un Nuevo Tiempo (UNT), La Causa Radical (Causa R) y Movimiento Progresista de Venezuela (MVP).
Bajo este escenario, tratando de superar la fragmentación que, en los últimos años, caracterizó a la dirigencia opositora, nuevas plataformas unitarias se erigen para evitar la extinción. La organización Soy Venezuela, Frente Amplio Venezuela Libre y La Concertación por el Cambio, hoy se disputan la conducción de los destinos de la oposición nacional.
