HispanTV.- El expresidente brasileño Lula da Silva cree que con la persecución judicial intentan aislarlo y callar su voz, pero asegura que no renunciará a la lucha.
Luiz Inácio Lula da Silva conversó el jueves con sus exministros Celso Amorim y Franklin Martins sobre su situación jurídica, tras conocerse la decisión judicial de declararlo el mismo día inocente en la causa de supuesta obstrucción de la justicia. El exmandatario está en la cárcel desde abril, condenado a 12 años y un mes de prisión por supuesta corrupción pasiva y lavado de dinero.
“No sólo quieren mantenerme preso; quieren callarme, impedir que hable y que el pueblo oiga lo que digo. Pero están engañados si con eso creen que van a callar las ideas”, dijo Lula, según relató luego Martins sus declaraciones sobre la orden de una jueza de primera instancia de Curitiba, que le prohibió hacer declaraciones a la prensa.
También contó la reunión Amorim, que describió la altivez del expresidente y su determinación a seguir luchando por la justicia, dado que está convencido de su inocencia. “No voy a cambiar mi dignidad por mi libertad”, afirmó Lula, según Amorim.
Asimismo, el exmandatario insistió que su candidatura sigue en pie pese a los ataques. Se espera una inscripción formal el 15 de agosto.
Brasil está sumergido en un conflicto judicial después de que el domingo el juez Rogerio Favreto, del Tribunal Regional Federal de la Cuarta Región (TRF-4), diera la orden de liberación inmediata de Lula, revocada poco después por el juez federal João Pedro Gebran Neto, involucrado en los procesos del caso de corrupción Lava Jato.
Lula da Silva, líder del Partido de los Trabajadores (PT), sigue siendo favorito de cara a los comicios presidenciales de octubre próximo, pese a estar encarcelado, y afirma que es víctima de una “masacre” mediática con la que, según sus partidarios, se busca impedir su candidatura por un nuevo mandato presidencial.
El PT ha convocado una jornada de movilizaciones para este mismo viernes en las principales ciudades de todo el país tanto, para exigir el cese de la “guerra jurídica” contra Lula que impide liberarlo.
