YVKE/RT.- Documentos oficiales recientemente desclasificados han revelado planes ideados en la década de 1960 por EE.UU. para "destruir a la Unión Soviética y a China como sociedades viables" mediante ataques nucleares destinados a eliminar el potencial industrial soviético y aniquilar a la mayoría de los habitantes en ambos países.
La intención aparece trazada en la edición de 1964 del Plan Operacional Integrado Único (SIOP, por sus siglas en inglés), un documento elaborado por el Pentágono que se actualizaba anualmente desde 1961 hasta 2003 con las estrategias estadounidenses en caso de guerra nuclear.
En una revisión del texto, recientemente revelada por el Archivo de Seguridad Nacional en la Universidad George Washington, se plantea la posibilidad de realizar ataques nucleares preventivos o de represalias contra la URSS con el fin de destruir el 70 por ciento de la superficie soviética con presencia de instalaciones industriales.
En cuanto a China, el Pentágono pretendía 'borrar del mapa' 30 de sus mayores ciudadespara reducir a la mitad sus capacidades industriales y garantizar que el ahora gigante asiático ya no fuera "una nación viable", reza la revisión del plan elaborada entonces por el Estado Mayor Conjunto de EE.UU.
Garantizar la muerte de los trabajadores
En el documento, ese cuerpo militar propuso utilizar la "pérdida de población como criterio principalpara la efectividad de la destrucción de la sociedad enemiga prestando solo atención colateral al daño industrial", lo que implicaba que pretendían garantizar en primer lugar la muerte de los trabajadores urbanos, explican los investigadores de la universidad.
Proyecciones que aparecieron en el SIOP entre 1961 y 1962 situaron el nivel de pérdidas humanas en más de la mitad de la población urbana: el 53 por ciento de habitantes en ciudades chinas y el 71 por ciento de los residentes soviéticos en las principales urbes. Se estimó que unos 70 millones de ciudadanos soviéticos morirían en "ataques estadounidenses sin advertencia".
Al igual que en la década de 1960, EE.UU. aún considera las capacidades militares rusas y chinas como los principales "desafíos" que enfrenta Washington, según el Pentágono ha dejado en claro en la última Revisión de la Postura Nuclear estadounidense adoptada en febrero.