Irán: Reino Unido y EEUU, culpables del baño de sangre en Yemen

HISPAN TV.- El ayatolá Seyed Ahmad Jatami, el imam del rezo del viernes de Teherán (capital de Irán), ha criticado enérgicamente la decisión “arrogante” de Arabia Saudí de atacar cuatro veces, con bombas de 800 kg, un funeral en Saná (capital de Yemen) que se saldó el pasado sábado con la muerte de al menos 140 personas.

“El Reino Unido y Estados Unidos son los principales culpables de este crimen que fue un baño de sangre”, indica para luego desvelar que antes de la tragedia, el Gobierno de Londres y el régimen de Al Saud tenían previsto firmar un acuerdo de venta de armas por un valor de 50 mil millones.

El Reino Unido y Estados Unidos son los principales culpables de este crimen que fue un baño de sangre”, indica el ayatolá Seyed Ahmad Jatami, el imam del rezo del viernes de Teherán.

El clérigo se ha referido también al rol de EE.UU. en las agresiones saudíes contra Yemen y las ayudas armamentísticas y los aviones no tripulados (drones) que ha ofrecido durante los 18 meses a los saudíes para atacar al pueblo reprimido de Yemen.

De esta forma, ha denunciado el silencio de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ante las acciones de lesa humanidad que se cometen en Yemen. Además, ha arremetido contra el ex secretario general del organismo internacional, Ban Ki-moon, por limitarse a condenar los asaltos de Riad. “Hay que cambiar el nombre de la Organización de las Naciones por el de organización imperialista”, observa.

El ayatolá Jatami ha criticado a las autoridades saudíes por negar los ataques aéreos contra los civiles y ha considerado al régimen saudí como un “Estado sanguinario”. “Si hubiera un tribunal justo en el mundo, reconocería a Arabia Saudí como un criminal de guerra y lo condenaría a muerte varias veces”, ha concluido.

El Observatorio de Derechos Humanos (HRW, por sus siglas en inglés) confirmó el jueves en una nota que las bombas utilizadas en los ataques en Saná fueron fabricadas en EE.UU. e instó a EE.UU., el Reino Unido y otros países  ―que ven a Arabia Saudí como un mercado lucrativo para vender sus armas― a que suspendan “inmediatamente” el suministro de armamentos al reino árabe.

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