Telesur.- El apoyo a Israel puede verse en la política exterior estadounidense,
proclive a la política israelí en los diálogos para buscar la paz en la
región y en las consideraciones que se hacen sobre los puntos más
delicado del conflicto.
El apoyo a Israel
ha sido permanente en la política exterior de Estados Unidos (EE.UU.),
el veto estadounidense contra las resoluciones de Naciones Unidas que
cuestionan la política israelí hacia los palestinos ha sido total.
Los territorios
palestinos invadidos en 1967 no son considerados como territorios
ocupados sino como territorios en disputa, las colonias judías en zona
palestina no son consideradas ilegales tal como las definió la
Organización de Naciones Unidas, sino como un mero “obstáculo” en los
diálogos de paz.
Inclusive en los Acuerdos de Oslo de 1993, la posición de EE.UU. siempre fue a favor de los intereses israelíes.
La explicación de
por qué motivo EE.UU. toma partido en el conflicto, tiene respuesta en
la revisión de los intereses que tienen en Medio Oriente y en la
influencia del poderoso lobby pro-israelí, el American Israel Public
Affairs Committee (AIPAC).
A través de su
poder financiero, el AIPAC ha ejercido presiones en el Congreso de
Estados Unidos para sancionar leyes que apoyen las políticas de Israel
en detrimento de los derechos humanos de los palestinos, y la inversión
de miles de millones de dólares en ayuda militar para Israel.
Estados Unidos ha
mantenido, a lo largo del conflicto israelí-palestino, una hostilidad
histórica a los intereses y derechos fundamentales del pueblo palestino.